En más de una ocasión me he planteado a mi mismo, escribir algún artículo en referencia a algo que para muchas personas tiene una importancia radical, y creo personalmente debería de ser uno de los temas centrales del debate académico, me refiero específicamente a lo que se conoce como epistemología o "teoría del conocimiento".
Pero en lugar de hacer aquello, decidí que mucho mejor sería traer a ustedes un interesantísimo y esclarecedor artículo del maestro y filósofo argentino Gabriel Zanotti sobre este tema de vital importancia.
Copio la introducción del trabajo de Gabriel, y adjunto el link donde encontrarán el documento completo.
#Paralosamantes del conocimiento
#Paralosamantes de la filosofía
LA EPISTEMOLOGÍA Y SUS CONSECUENCIAS
FILOSÓFICO-POLÍTICAS
Gabriel Zanotti
Introducción
Cuando escribí este artículo, no me di cuenta de que con él estaba iniciando
un tema propio, muy personal, que luego iba a desarrollar en ensayos
posteriores.I En efecto, hay una tesis común que identifica a esos ensayos,
tesis que fue inspirada sobre todo por la lectura y meditación de los escritos
de P. K. Feyerabend. Se podría decir que se trata de un acceso directamente
epistemológico al liberalismo clásico, esto es, un acceso al tema de
la libertad individual directamente desde la filosofía de las ciencias.
Había antecedentes a Feyerabend, desde luego. Comenzando por la
obra del propio Popper, y siguiendo por Hayek, esto ya estaba de algún
modo planteado. En Popper hay una confluencia entre ética, filosofía de
las ciencias y filosofía política, que le permite llegar a su noción de
sociedad “abierta”, que en nuestra opinión se ve mejor, no en su famoso
libro al respecto,II sino en sus escritos políticos publicados en Conjeturas
y refutaciones.III En Hayek, como lo ha demostrado bien Caldwell,IV la
unidad interpretativa de sus escritos está dada por el proyecto de crítica
“al abuso de la razón”, esto es, en una razón “constructivista” que concibe
la labor del científico social como la de un ingeniero social que tiene
que ordenar lo que de otro modo sería un caos, precisamente por dejar de
lado la noción de orden espontáneo.
Sin embargo ninguno de ellos llegó tan lejos como Feyerabend, autor
que, posiblemente por su modo de escribir, es relativamente desconocido
en ambientes liberales clásicos. Feyerabend plantea directamente la separación
entre Estado y ciencia, como “nueva Ilustración”: un planteo que
contesta directamente al proyecto de Comte donde el nuevo “filósofo rey”
es la ciencia, que abarca toda nuestra existencia, como una creencia básica
de nuestro contexto cultural, de igual modo que la subordinación del
“príncipe secular” a la “potestas” eclesial se daba totalmente por supuesta
en el Sacro Imperio Romano Germánico. Lo hemos sustituido por el sacro
imperio científico y no nos damos cuenta, pero ese es el motivo de fondo
por el cual se da, no sólo una profunda planificación en todos los niveles
de la vida social, sino que la misma noción de libertad individual no termina
de fructificar en Occidente. Por supuesto, la crítica al cientificismo era
también la tesis de la Escuela de Frankfurt,VI con la diferencia de que ellos
no tuvieron salida optimista en su planteo por su dependencia con las tesis
básicas de Marx respecto del capitalismo.
Por supuesto, una tentación inexorable es criticar al imperio de la ciencia
desde un relativismo epistemológico. Feyerabend mismo reconoce que cayó
en esa tentación aunque luego salió de ella con claridad.VII Tal vez mi aporte
en esta cuestión consiste en darle una mayor claridad. No se trata de rechazar
que el gobierno “nos cuide” en materias de salud y educación merced a
que la ciencia puede ser falible, como tampoco se trata de fundamentar la
libertad religiosa en un escepticismo religioso. Ello nos coloca, paradójicamente,
en una situación potencialmente autoritaria. Si mi respecto para con
la libertad de decisión del otro se basa en que no puedo conocer la verdad,
¿qué ocurrirá el día que por algún motivo crea conocerla? La cuestión es
que, aún cuando estemos convencidos de estar en la verdad, la verdad no
puede imponerse por la fuerza, y ello por la naturaleza de la misma verdad
y por la naturaleza de la misma inteligencia humana, que llega a la verdad
sólo mediante el diálogo y reflexión. No hemos terminado de asumir, en ese
sentido, lo que significa la intimidad personal, que no abarca sólo a lo
religioso.VIII La libertad individual es un resultado, entre varios factores, de
asumir el ineludible riesgo de ser nosotros mismos los forjadores de nuestra
RIIM Nº49, Octubre 2008 | 57
propia existencia.IX Ello no implica una vida individual solitaria, sin el consejo
de amigos, coetáneos, lugareños, comunidades religiosas o científicos,
para ayudarnos en esta “difícil tarea del vivir”. De lo que se trata es de evitar
un nosotros alienante para vivir en un nosotros comunicante,X donde la
conciencia de nuestra igual condición de personas nos impida avanzar sobre
la vida del otro mediante amenazas de castigo o premios, externos a la misma
bondad moral del acto humano.
Estos temas, por ende, requieren una combinación de antropología filosófica,
ética, filosofía de las ciencias y filosofía política, que superan lo
que a veces un academicismo excesivo puede llevar a lo que Ortega y Gasset
llamó la barbarie del especialismo. Aquí también hay que asumir un
riesgo: el riesgo de equivocarse precisamente porque el tema no podía depender
de un paradigma bien establecido. Pero el juicio de nuestros errores ya
corresponde a nuestros lectores. Cuando uno ha leído a Popper, sabe que
la paradójica ventaja de publicar es exponerse a la crítica. En eso, al menos,
esperamos no habernos equivocado.
¿QUÉ TIPOGRAFÍA ES EL DE LA IMAGEN?
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