El show que terminó en debate
Hoy les presento
mi análisis sobre el debate económico del que fuimos testigos el día de ayer
los ecuatorianos
Preámbulo:
Una vez terminada la
#FicciónPetrolera que hizo alucinar a más de uno con la creencia de que “había
habido por estas tierras un milagro”, y ya con los indicadores en rojo, el gobierno ecuatoriano en el afán de mejorar sus números, planteó a la nación un supuesto debate que generó mucha expectativa.
La cancha, las reglas y
el lugar, el día y la hora fueron planteadas por el anfitrión. Mauricio Pozo, Alberto Dahik y Ramiro González fueron los invitados.
En cuanto a la forma
En los primeros
minutos del programa pudimos notar de inmediato dos cosas: el moderador no se
iba a comportar neutralmente, y el señor Correa estaba nervioso.
Quien más intervino y de esto recogemos noticia en
los medios de comunicación fue naturalmente, el dueño de casa, aunque era justo
esperar igual trato para cada uno de los intervinientes, esto no sucedió. Correa intervino alrededor de 47
minutos, frente a 12 de Ramiro González, 9 de Alberto Dahik y 12 de Mauricio
Pozo. La cancha estaba enteramente planteada a su favor.
Al final lamentablemente, Correa confundió los
escenarios y terminó creyendo que se encontraba en una sabatina.
De fondo en lo económico
Quedan
claros los siguientes temas:
1. El gobierno no tiene
una solución a la crisis económica actual, pues de hecho no sabe que se
encuentra inmerso en una.
2. El eje central
del debate en cierto modo fue, la existencia o no de una crisis. Correa la negó
aunque en una especie de contradicción aseguraba simultáneamente que “la caída del
precio del barril del petróleo había puesto al Ecuador en una situación
dificilísima”, y sin embargo, no había lugar para recesión o crisis. Todo esto muy a
pesar de lo que dijeron sus contradictores contertulios, y lo que piensa el
resto de los ecuatorianos.
3. El gobierno ve
con mucho recelo a la Inversión Extranjera Directa por la sencilla razón de que
al final el objetivo de los inversores según él, es llevarse su dinero a casa.
Esto de por sí ya requiere mayor análisis, sin embargo, anotaremos brevemente
que es un concepto erróneo suponer que “el análisis se deba centrar en a dónde
finalmente fue a parar el dinero”. La inversión extranjera sencillamente, financia
proyectos y actividades de ecuatorianos. La inversión extranjera directa es
necesaria, y punto.
4. El gobierno
desconoce los más elementales conceptos financieros, también demuestra una
falta total de prudencia o previsión para el futuro. Esto queda claro al
referirse a los fondos de ahorro petroleros que se generaron en el pasado como “fonditos”.
5.
No podemos
esperar nada diferente por parte del comportamiento del gobierno para lo
venidero, razón por la cual concuerdo con los panelistas contradictores en que
hay hoy muchas más razones para estar preocupado.
6. Aparentemente el próximo año más allá de lo expresado, se tendrá un presupuesto más a tono con la realidad, en el que se disminuirá el monto de éste, y se asumirá un precio de barril de petróleo más conservador.
Otras
observaciones importantes
1. El gobierno fue
por mucho, y sin embargo, el presidente en general no salió muy bien parado de
este show previamente organizado, que terminó en cierta manera, convirtiéndose en
un debate.
2. Los gallitos que
acompañaron a Correa, de quienes podría pensarse serían de primera línea en lo
tocante al tema económico, permiten observar el bajísimo nivel de quienes
conforman el grupo económico del gobierno, esto último en sentido amplio. En
otras palabras, si me voy a enfrentar a contrarios, debería ir acompañado de lo
mejor de lo mejor, y si esto es la crema no deseo imaginar el resto.
3. El mejor
desempeño de la noche se lo lleva Mauricio Pozo, seguido por Alberto Dahik.
4. Aunque no muy
bien librado Ramiro González le agregó un tono llamativo, no académico
ciertamente, pero que hizo entretenido el conversatorio que tal vez en otro
contexto fuese algo más aburrido.
5. Rafael Correa a
falta de argumentos, en más de una ocasión incurrió en tras pies que lo
llevaron incluso a entregar su tesis doctoral como si esto tuviese pertinencia,
o se tratara de un concurso de méritos académicos, en el cual por cierto, él no
hubiese sido el ganador.
Conclusiones más allá del debate
Finalmente, un debate que generó
muchas expectativas se fue de las manos de los organizadores, pues pasó de ser, un show más del gobierno para convertirse en algo muy cercano a un debate real.
Nos quedan debiendo las
alternativas o soluciones a la crisis que enfrenta el país, y por último, queda
claro también que la culpa no es del petróleo, del dólar o de una supuesta
crisis mundial, sino del modelo aplicado en nuestro país, a saber, el
socialismo de todos los tiempos.
Seguimos conversando...
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Para
quienes quieran observar el programa completo:
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